Pronóstico del trastorno obsesivo compulsivo

El pronóstico del Trastorno obsesivo compulsivo (TOC) va a depender de diversos factores.

En primer lugar, se debe tener en cuenta el tiempo que se tarda en diagnosticar. Decíamos en la introducción que las personas que sufren trastorno obsesivo compulsivo tardan, de media, 10 años en buscar ayuda profesional. Si el tratamiento del TOC se inicia tan tarde, los síntomas obsesivo-compulsivos van a estar tan interiorizados en esa persona que va a resultar más complicado que cambie aquello que ya son hábitos para ella. Posiblemente, estas personas necesiten un tratamiento más prolongado y se deba hacer especial hincapié en la psicoeducación y en la psicoterapia.

Un diagnóstico y un tratamiento precoces mejoran el pronóstico del TOC.

En segundo lugar, va a depender de la gravedad de los síntomas. La gravedad se mide en función del tiempo que ocupan los síntomas en la vida del paciente, la influencia sobre su vida cotidiana, su complejidad, la diversidad de situaciones en los que tienen lugar, el número de repeticiones, el apoyo socio-familiar y la disposición individual al cambio.

En tercer lugar, pero no menos importante, va a estar el cumplimiento del tratamiento, ya sea en la asistencia a las sesiones de psicoterapia, como en la toma diaria de la medicación, según el caso.

En último lugar, debemos fijarnos en el número de recaídas: cuantas más recaídas haya tenido una persona, se entiende una mayor tendencia a la cronicidad.

 

Duración del tratamiento del TOC

Duración de la terapia para el TOC

En el caso de que el tratamiento sea psicoterapéutico, lo habitual es entre 6 y 24 meses de tratamiento. La variabilidad es amplia porque depende de la frecuencia de sesiones, de la gravedad de los síntomas, de la resistencia que tenga el paciente hacia las obsesiones y las compulsiones y de la presencia de otros síntomas (como puedan ser depresión y ansiedad). Generalmente, el efecto del tratamiento psicoterapéutico sobre el paciente –una vez concluido el mismo- es bastante prolongado. Para ayudar a mantener el efecto a lo largo del tiempo, se recomienda hacer un seguimiento durante unos doce meses con consultas más espaciadas en el tiempo. A pesar de todas estas precauciones, es posible que a lo largo de los años vuelva a consultar con los mismos síntomas, pero normalmente suelen ser de menor intensidad y más fáciles de volver a tratar. Es como si lo aprendido perdurara en la memoria y luego rescatarlo fuera rápido.

La terapia para el TOC suele durar entre seis y dos años, depende del tiempo que lleven instaurados los síntomas.
 

Duración de la medicación para el TOC

Si el tratamiento elegido ha sido farmacológico, los antidepresivos es el tratamiento de elección. Las primeras semanas, al antidepresivo se le suele añadir un ansiolítico para reducir la ansiedad o el insomnio asociados. Se recomienda mantener el antidepresivo para el TOC durante un periodo mínimo de uno o dos años. Se recomienda mantener la misma dosis que fue efectiva para mejorar los síntomas durante la fase aguda. Si aparecieran efectos adversos, se puede plantear reducir un poco la dosis.

Se recomienda mantener la medicación para el TOC un tiempo mínimo de uno o dos años desde que se produce la recuperación.

El motivo de mantener la medicación ese tiempo tan largo es para afianzar los cambios bioquímicos neuronales y prevenir recaídas. Las recaídas son mucho más frecuentes en los primeros meses tras la recuperación. Pasado ese tiempo de uno o dos años, se plantea con el paciente la posibilidad de reducir gradualmente la medicación hasta intentar suspenderla. Si el paciente hubiera recaído en ocasiones previas al suspender la medicación, se recomienda mantenerla de forma más prolongada o, incluso, indefinida. Otra opción, si el paciente no quiere mantener la medicación tanto tiempo o tiene algún efecto adverso, es complementar el tratamiento farmacológico con un tratamiento psicoterapéutico y, después, intentar reducir o incluso suspender el tratamiento.