Adicción a los videojuegos

Ha habido que esperar hasta 2022 para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare oficialmente la Adicción a los videojuegos como una enfermedad que se puede reconocer, diagnosticar y tratar. La industria del videojuego es la que más rápidamente crece, con millones de jugadores en el mundo. ¿Quién tiene una adicción a los videojuegos?

 
Adicción a los videojuegos o juegos online.
 
 

¿Qué es la adicción a los videojuegos?

Definición de la Adicción a los videojuegos

La definición de Adicción a los videojuegos o el Trastorno de juego por internet consiste en un patrón de juego persistente y recurrente que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo durante un periodo mínimo de un año. Esta adicción no se define por el número de horas que se juega a los videojuegos al día o a la semana, como muchos padres nos preguntan. Se define por las consecuencias y repercusión que tiene en las distintas áreas de funcionamiento de la persona.

 

¿Cuáles son los síntomas para reconocer una adicción a los videojuegos?

Las personas con adicción a los videojuegos presentan los siguientes síntomas:

  • Dificultad para evitar jugar cuando tienen obligaciones que atender.

  • Dificultad para terminar el juego tras un tiempo considerable.

  • Ansiedad y ansia por jugar.

  • Síntomas de abstinencia cuando llevan mucho tiempo sin jugar.

  • Abandono gradual de otras actividades (hasta el punto de llegar a ausentarse de su puesto de trabajo, no acudir a la escuela o perder relaciones sentimentales por anteponer el videojuego a todo lo demás).

 

¿La adicción a los videojuegos es una enfermedad?

Según la Organización Mundial de la Salud

La Clasificación Internacional de Enfermedades en su undécima edición (CIE-11) publicada por la OMS este año 2022 incluye el Trastorno por videojuegos para referirse a la adicción a juegos digitales o videojuegos, ya sean o no online. La OMS lo define como un patrón de comportamiento caracterizado por la falta de control sobre el videojuego. Esta falta de control se ve reflejada en la dificultad para priorizar otras actividades frente al juego, anteponiendo este último a otras obligaciones diarias. El tiempo dedicado a videojuegos se incrementa gradualmente o se mantiene a pesar de las consecuencias negativas.

 

Según la Asociación Americana de Psiquiatría

Por su parte, la otra clasificación de trastornos mentales que empleamos los psiquiatras, el DSM-5 o DSM V publicado en 2013 por la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) no reconoce oficialmente la adicción a videojuegos, pero la considera “una afección que necesita más estudio”. Identifica cuáles serían los posibles criterios diagnósticos utilizados si en la próxima edición del DSM se incluye también este problema como un diagnóstico del apartado Trastornos relacionado con sustancias y otros trastornos adictivos.

La principal diferencia entre los dos sistemas de clasificación internacionales es que la CIE-11 (OMS) sí reconoce oficialmente la adicción a los videojuegos como una enfermedad y el DSM-5 (APA) todavía no. Hay que tener en cuenta que el DSM se publicó más de un lustro antes. La segunda gran diferencia es que la OMS incluye tanto los videojuegos que se juegan en línea como los que no (Trastorno por videojuegos) y la APA solo incluye a los juegos online (Trastorno de juego por internet).

 

¿Son adictivos los videojuegos?

Los videojuegos son potencialmente adictivos. Esto no significa ni que los videojuegos sean necesariamente adictivos ni que todos los videojugadores sean adictos.

Sabemos que los videojuegos que se juegan online son más adictivos que aquellos que no. De hecho, la tendencia reciente es la de que los videojuegos se jueguen online, ya sea por equipos (como el LOL o League of Legends) o de forma individual compitiendo contra otros jugadores (como el Fortnite). Las videoconsolas y plataformas de videojuegos por ordenador ofrecen suscripciones que permiten jugar en línea con jugadores de todo el mundo, bloqueando contenido en algunos casos a los no suscriptores.

Durante unos años se popularizaron mucho los videojuegos en los que se creaba un avatar (un muñeco que lo representa en el juego y tiene cualidades físicas que uno puede modificar para identificarse con los protagonistas del juego). Vivir la vida de este avatar que nos representa en el juego y con el que nos sentimos identificados puede resultar para muchos adolescentes algo más emocionante que vivir sus propias vidas que pueden considerar monótonas o aburridas.

Por último, muchos videojuegos de la actualidad incorporan aspectos que tienen que ver con el azar. Por ejemplo, hoy en día hay muchos juegos en los que se ofrecen comprar (con dinero real) cajas o sobres sorpresa. Los sobres más caros tiene mayor probabilidad de contener a los mejores futbolistas o las mejores cualidades de un arma. Este mecanismo es idéntico al de los juegos de azar, con un alto potencial adictivo. De esta manera, estos videojuegos tienen una doble capacidad adictiva: como videojuego online y como juego de azar.

 

Tipos de videojuegos según su nivel de adicción

De forma esquemática podemos clasificar los videojuegos según su potencial adictivo:

  1. Videojuegos clásicos: están diseñados para un solo jugador, sin conexión a internet y que tiene un principio y un final. Este tipo de videojuegos no suelen ser muy adictivos porque una vez que se completan, el jugador da por terminado el juego. Aun así, algunos de estos juegos podrían ser distintos cada vez que se juega, como los de estrategia o deportes.

  2. Videojuegos online: el jugador ya no está solo, sino que tiene a miles de jugadores de todo el mundo con los que poder jugar. El juego presenta infinitas posibilidades y cada partida es distinta a la anterior. Cuanto más se juega, más destreza se adquiere, se escala en la clasificación mundial y, por tanto, hay más posibilidades de seguir ganando. Cada vez son necesarias más horas de “entrenamiento” para adquirir nuevas habilidades. Poco a poco, empiezan a aparecer los fenómenos de tolerancia (se necesita jugar más para lograr la misma satisfacción) y de abstinencia al videojuego (ansiedad por jugar, malestar si no juega, irritabilidad cuando tiene que parar). Los videojuegos por internet son más adictivos que los que no se conectan a internet.

  3. Videojuegos online con componente de azar: estos resultan los videojuegos más adictivos porque no solo se puede jugar por internet con otros jugadores sino que además se pueden comprar sobres o baúles sorpresa. Estos elementos nos darán de forma aleatoria una carta o una mejora para utilizar a lo largo del juego. Tiene un mecanismo similar al de las máquinas tragaperras.

 
Algunos videojuegos son más adictivos que otros.
 
 

Tipos de jugadores de videojuegos

No todos los videojugadores son adictos. De hecho, la mayoría de los adolescentes juegan a videojuegos y solo una pequeña proporción reúnen criterios diagnósticos de una adicción. Entendemos varios tipos de videojugadores:

  • Jugador social: es aquel que utiliza los videojuegos para distraerse ocasionalmente. Lo considera una forma de ocio, lo hace de vez en cuando si le apetece y puede parar cuando considera. Puede incluso quedar con amigos para jugar en línea.

  • Jugador excesivo: es aquel que dedica un tiempo excesivo a los videojuegos, más del que querría o más del que ha acordado con sus padres (en el caso de los adolescentes). A pesar de ello, no ha comprometido otras obligaciones como el estudio, el trabajo o la familia.

  • Jugador de alto compromiso: aquel cuya motivación es la de lograr mejorar su destreza a uno o varios juegos específicos para poder hacerse profesional en un futuro, ya sea compitiendo o grabando sus partidas. Las horas que dedica a jugar pueden estar justificadas si el fin es realista.

  • Jugador profesional: aquella persona que se dedica profesionalmente a los videojuegos. Aunque dedique muchas horas a jugar lo hace voluntariamente con el fin de ganarse la vida.

  • Jugador problemático: cuando el jugador empieza a presentar síntomas que puedan relacionarse con un comportamiento adictivo: no puede contener el ansia de jugar, no puede parar, desatiende obligaciones o compromisos.

  • Jugador adictivo: aquella persona que cumple los criterios de Trastorno de juego por internet.

 

Síntomas de la adicción a los videojuegos

La característica esencial de jugador adictivo es la de hacer un uso persistente y recurrente de los videojuegos que llega a provocar un deterioro o malestar clínicamente significativo durante un periodo de al menos doce meses. De forma análoga a lo que sucede en las adicciones a sustancias, en la adicción a los juegos aparece una pérdida progresiva de control sobre el videojuego, así como tolerancia y síntomas de abstinencia.

El adicto a los videojuegos tiene a los videojuegos como actividad dominante en su vida diaria, anticipa la próxima partida y no puede controlar el craving por volver a jugar. Si se ve privado de poder jugar, pueden aparecer síntomas de abstinencia a los videojuegos como: irritabilidad, ansiedad o tristeza. A diferencia de las adicciones a sustancias (como el alcohol o la cocaína), en la adicción a los videojuegos no hay síntomas físicos de abstinencia.

Es frecuente que el jugador sienta la necesidad de dedicar un tiempo cada vez mayor a los videojuegos o seguir dedicando el mismo tiempo a pesar de experimentar las consecuencias negativas de su adicción. No puede controlar el tiempo que juega o las veces que juega al día, ni priorizar otras obligaciones (estudiar, ir a clase, recoger su habitación). Gradualmente, el interés por los videojuegos eclipsa cualquier otro interés que tuviera previamente, como el deporte o la lectura. La adicción y el incontrolable deseo de jugar le lleva a mentir y engañar a su familia, amigos o terapeutas, especialmente en lo que respecto al tiempo que dedica a jugar. Juegan de noche a escondidas o en los baños del instituto. Pueden incluso llegar a poner en peligro su puesto de trabajo, su beca universitaria o una oportunidad de trabajo debido a la anteposición de los videojuegos a otras oportunidades que pueda surgir. Es frecuente que aleguen, en el caso de los adolescentes especialmente, que “juegan a videojuegos porque están aburridos”.

Los adictos a los juegos pueden dedicar fácilmente 8-10 horas diarias a esta actividad. Se pueden enfadar, agitar y pegar si se les pide que paren. Pueden pasar largos periodos sin comer y sin dormir. Muchas veces juegan varios jugadores desde distintas partes del mundo sin importar la diferencia horaria.

Algunas personas utilizan los videojuegos como evasión o para aliviar afectos negativos (como la ansiedad, la culpa o la pena). Sin embargo, los adictos lo hacen continuamente durante más de un año, de manera que no logran afrontar sus problemas o preocupaciones, sumiéndolos más en el malestar.

Es frecuente que el interés por uno u otro juego vaya variando a lo largo del tiempo a medida que se desarrollan y popularizan juegos nuevos. Es muy posible que en función del tipo de juego las consecuencias asociadas al trastorno adictivo varíen. Es complicado establecer qué videojuegos son potencialmente más nocivos, pero posiblemente los violentos de disparos y combates provoquen psicopatología más grave y mayores alteraciones conductuales.

 

Diagnóstico de la adicción a los videojuegos

El diagnóstico de la adicción a los videojuegos lo realiza un especialista en Salud Mental, es decir un psiquiatra o un psicólogo clínico. La principal herramienta diagnóstica es la entrevista clínica que consiste en una evaluación que suele durar de una a tres horas con el paciente y, en algunas ocasiones, también con la familia. El objetivo de la entrevista es evaluar la presencia de los criterios diagnósticos que definen el Trastorno por videojuegos. En el caso de los adolescentes, habitualmente se completa con una entrevista a los padres o con los padres. De esta manera, podemos disponer de distintos puntos de vista con un enfoque más amplio del problema. Además, también muchas veces es necesario incluir a otros miembros de la familia en el tratamiento.

Es importante recalcar que el número de horas que dedique el jugador al día no son condición necesaria ni imprescindible para realizar el diagnóstico. Es decir, el diagnóstico no se realiza en base a un número de horas de juego determinadas, sino que se hace principalmente en función de las consecuencias. Hay muchos jugadores profesionales o “semi-profesionales” que dedican 8-10 horas a jugar al día y no cumplen criterios de adicción a los videojuegos, igual que un cirujano no es adicto a las cirugías por operar más de 8 horas al día.

Otra cuestión de interés es la estabilidad del trastorno. Tanto CIE-11 como DSM-5 se ponen de acuerdo en establecer un plazo mínimo de 12 meses para poder establecer el diagnóstico. A pesar del consenso entre los dos sistemas de clasificación, doce meses parece un plazo razonable para adultos pero se antoja excesivo para un adolescente

A pesar de que la categoría diagnóstica de Trastorno de juego ha sido recientemente introducida en los sistemas de clasificación internacionales, existen algunas escalas diagnósticas que pueden apoyar el diagnóstico, algunas traducidas al castellano. Un ejemplo sería la Internet Gaming Disorder Scale.

En cualquier caso, debemos tener en cuenta que el diagnóstico es todo un reto. Es muy difícil establecer el punto de corte en el continuum entre lo que se entiende como una conducta normal y otra patológica. Sería interesante poder establecer un nivel de gravedad para poder diferenciar aquellos casos más graves de aquellos otros más cercanos a la normalidad.

 

Causas de la adicción a los videojuegos

Las causas de la adicción a videojuegos todavía no están bien establecidas, sobre todo en lo relativo a la vulnerabilidad biológica. Tampoco podemos establecer todavía si la psicopatología que aparece en estas personas, como la depresión mayor, es una causa o una consecuencia. En cualquier caso podemos diferenciar factores del propio individuo (psicobiológicos y psicosociales), factores ambientales y factores relacionados con los videojuegos en sí mismos.

 

Factores psicobiológicos

Los factores psicobiológicos que predisponen a la adicción a los videojuegos son:

  • adolescente varón, especialmente de países del Este asiático

  • rasgos de inatención e impulsividad

  • baja autoestima

Los varones adolescentes tienen más riesgo de desarrollar un Trastorno de juego por internet que personas de otras edades y que las mujeres de la misma edad. También tienen mayor riesgo aquellos que tienen rasgos de inatención e impulsividad (síntomas cardinales del TDAH) o baja autoestima. Jugar a los videojuegos es una actividad muy interactiva, en la que es más sencillo concentrarse que en la lectura por ejemplo. Esto explicaría que las personas con baja capacidad atencional recurran a los videojuegos para lograr sentirse concentrados en una tarea. La impulsividad los llevaría a jugar más a menudo porque es gratificante y a no ser capaces de parar cuando es necesario. Por último, las posibilidades que dan los videojuegos de identificarte con el protagonista de una historia increíble pretenderían contrarrestar las consecuencias de una baja autoestima.

Asimismo, hay otros factores asociados con la adicción a videojuegos, como son: comportamiento antisocial, problemas con el control de la ira, malestar emocional y ansiedad parental. Con estos factores no se ha demostrado aún causalidad, es decir, que no sabemos si son origen o consecuencia del problema, pero sí sabemos que aparecen simultáneamente.

 

Factores psicosociales

Los varones adolescentes son el grupo de edad que más tiempo dedican a los videojuegos y los que tienen más riesgo de desarrollar una adicción de este tipo. En algunas ocasiones pueden haber sufrido bullying o acoso escolar y utilizan los escenarios fantasiosos de los videojuegos para evadirse de su realidad. También pueden vivir en ambientes familiares tensos o con cierta negligencia en el cuidado emocional.

Los videojuegos pueden producir ciertas sensaciones en el jugador que pueden resultar gratificantes o, al menos, reforzantes. Nos referimos a las sensaciones de dominio, competencia o victoria. En el caso de los videojuegos, la recompensa para estas emociones es muy inmediata si lo comparamos con la recompensa de estudiar (para la que hay que esperar a las notas de final de trimestre).

 

Factores de salud mental

Hasta la fecha no se han identificado tipos de personalidad que tengan más riesgo de desarrollar una adicción a los videojuegos. Puede afectar a cualquier tipo de personalidad. Por el contrario, sí se ha encontrado asociación entre la adicción a los videojuegos con el trastorno depresivo mayor, el TDAH y el Trastorno obsesivo-compulsivo.

Existen importantes semejanzas comportamentales del Trastorno de juego por internet con el Juego patológico y los Trastornos por consumo de sustancias. Los aspectos en común entre los tres trastornos serían los fenómenos de tolerancia y de abstinencia, así como la intensa dificultad de reducir o abandonar la conducta y la repercusión en el funcionamiento normal.

 

Consecuencias del uso excesivo de los videojuegos

Las consecuencias de jugar demasiado a los videojuegos se objetivan en diversas áreas de funcionamiento del individuo:

  • salud mental: irritabilidad, depresión, ansiedad, problemas de sueño, TDAH, adicción a videojuegos.

  • salud física: problemas de visión, lesiones musculares o tendinosas, deprivación de sueño

  • alteraciones del comportamiento: conductas desafiantes o violentas.

  • problemas de funcionamiento: función cognitiva, problemas familiares, sociales, académicos o ocupacionales.

Las relaciones familiares se ven afectadas por la falta de control sobre el tiempo empleado para jugar. Las discusiones de los padres con sus hijos adolescentes sobre el tiempo empleado a jugar y la incapacidad de para para cenar, irse a dormir o estudiar son muy frecuentes. Las respuestas agresivas por parte del adicto suelen ir a más hasta provocar enfrentamientos en los que el adolescente termina rompiendo algún objeto o dando algún portazo y el adulto desconectado bruscamente el acceso a internet.

Las relaciones sociales también se suelen ver resentidas. El jugador adicto se aleja gradualmente de sus amigos habituales para centrarse en aquellos con los que juega en línea y posiblemente no haya visto nunca en persona. Las relaciones de pareja suelen romperse tarde o temprano por la poca atención y el escaso tiempo que el adicto invierte en ellas.

 

Tratamiento de la adicción a videojuegos

El tratamiento de la adicción a los videojuegos se basa en un tratamiento psicoterapéutico, que puede ser individual o en grupo. Es muy importante tratar simultáneamente otros problemas de salud mental concomitantes, siendo la depresión y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad los más frecuentes.

 

Terapia para la adicción a los videojuegos

La terapia psicológica para la adicción a los videojuegos no es muy distinta a la terapia para otros tipos de adicciones. Se puede optar por un abordaje individual, grupal o mixto. Cuando se trata de adolescentes, se incorpora a los padres a las sesiones. Los padres no solo van a aportar su punto de vista, sino que también van a poder formar parte activa del tratamiento del menor.

El tipo de psicoterapia para la adicción a los videojuegos más estudiada es la cognitivo-conductual, pero existen otras orientaciones que pueden ser igual de eficaces.

Los objetivos de la terapia son: tomar conciencia de la adicción y de las consecuencias, comprender el origen del problema, actuar sobre los perpetuantes y disparadores, desarrollar mecanismos de afrontamiento, fomentar otras actividades y favorecer la reintegración sociofamiliar.

 

Medicación para la adicción a los videojuegos

Si bien los trastornos comórbidos (como son la depresión, la ansiedad, el TOC o el TDAH) cuentan con un tratamiento farmacológico, no disponemos de una medicación específica para la adicción a los videojuegos. Se ha estudiado la eficacia de algún medicamento agonista dopaminérgico con resultados prometedores. Los medicamentos para adicción a los videojuegos que mejores resultados han demostrado ha sido un antidepresivo (Bupropion o Elontril ®) y fármacos estimulantes para tratar el TDAH (Atomoxetina o Strattera ® y Metilfenidato o Concerta ® En muchos casos, empleamos los fármacos que se utilizan para tratar otros trastornos distintos, como la ansiedad, la depresión, el insomnio, el descontrol de impulsos o la disregulación emocional.

 

Pronóstico de la adicción a videojuegos

Hay pocos datos respecto al pronóstico y respuesta a los tratamientos de la adicción a los videojuegos porque es un trastorno muy reciente y todavía hay mucha investigación por delante. Sin embargo, nuestra experiencia clínica nos dice que el pronóstico es bueno para aquellos jóvenes que deciden ponerse en tratamiento. Obviamente el pronóstico es incierto para aquellos que no aceptan la ayuda profesional.

Los casos que se acompañan de depresión o TDAH suelen tener una buena respuesta a los tratamientos específicos para esos trastornos. Solemos ver que al mejorar de la depresión o del TDAH, secundariamente también disminuyen el número de horas de juego a la semana dedicadas a los videojuegos, además de recuperar las relaciones y actividades previas.